Q+A: Ludwig Göransson for RIMOWA x Bang & Olufsen

March 27, 2019

Preguntas y respuestas: Ludwig Göransson para RIMOWA x Bang & Olufsen

Esta entrevista se ha realizado como parte de la colaboración de RIMOWA con Bang & Olufsen.

 

Como parte de la colaboración RIMOWA x Bang & Olufsen, Ludwig Göransson, músico y productor musical ganador de un Grammy afincado en Los Ángeles, nos cuenta cómo los errores, la inmersión cultural a través de los viajes y el caos de los sonidos orgánicos cotidianos contribuyen a cambiar la forma en que oye y ve el mundo, hacen que siga aprendiendo y, en última instancia, sustentan cada nota de su trabajo.

 

 

 

 

Usted es natural de Suecia, pero ahora reside en Los Ángeles. ¿Por qué Los Ángeles? ¿Hay algo específico que inspire su trabajo habitual en el hecho de vivir allí?

 

Vivo en lo alto de una colina llamada Griffith Park. Cada mañana al despertar veo las montañas, y me encanta. Adoro Los Ángeles, en parte porque la ciudad contiene muchas partes del mundo en sí misma. Puedes moverte en coche y, en una hora, visitar cinco países diferentes, cinco ciudades distintas. La diversidad es inspiradora. Hay infinidad de lenguas, comidas, culturas variadas y diferentes, esa energía te rodea.

 

 

¿Cómo afectan a su propio sonido y desarrollo musical los viajes y la exposición a diferentes culturas?

 

Los distintos lugares del mundo pueden inspirar los diferentes estilos musicales que existen en el interior de una persona. Los sitios desconocidos pueden hacer que actúes de forma diferente. Los diferentes entornos tienen una gran repercusión sobre mi forma de componer. Si estoy en un lugar frío y aislado, la música saldrá de una manera, mientras que si estoy en un sitio caluroso, rodeado de mucha gente que ríe y baila, sonará de otro modo.

 

En la banda sonora de Pantera negra, el corazón y el alma de la composición surgieron después de adentrarme en la profusa historia musical de los griots en África Occidental. Seguí a esos fabulosos músicos por todo el Senegal rural, aprendí su lenguaje musical y luego incorporé esas melodías y ritmos —transmitidos por los griots durante miles de años— al panorama cinematográfico de la orquesta clásica occidental.

 

 

¿Cuándo supo que había encontrado su camino?

 

Yo me crié en Suecia, donde la educación musical es algo realmente especial. Hay escuelas de música por todas partes y la formación es muy avanzada. En el instituto, tuve la oportunidad de componer para una orquesta sinfónica profesional. Todavía recuerdo estar sentado en el auditorio y escuchar a la orquesta interpretar mi música por primera vez. Escuchar a los músicos tocar las notas que yo había plasmado sobre el papel me cambió la vida por completo. Esa sensación fue tan especial que me di cuenta de que quería volver a experimentarla, una y otra vez.

 

 

¿Cómo ve los «errores» en su proceso creativo?

 

Se puede detectar un error en una toma, o en un instrumento, y en ese momento reaccionar de forma negativa. Sin embargo, muchas veces durante el proceso, se puede aprovechar ese error y utilizarlo para crear un sonido fascinante. Creo que, ahora más que nunca, los errores son importantes. Son lo que nos diferencia. Es algo que los ordenadores nunca podrán imitar.

 

 

¿Cuál es su sonido favorito?

 

Me gustan los sonidos orgánicos que crean las personas cuando tocan instrumentos en una misma sala, los músicos que se encuentran, que conectan entre sí a través del sonido en un momento muy concreto.

 

 

Dos de sus proyectos cinematográficos más recientes, Creed y Pantera negra, han sido grandes éxitos de taquilla. ¿Cómo abordó la creación de su banda sonora?

 

Para Creed, fui a un club de boxeo y pasé dos días con un boxeador. Saltaba a la comba y golpeaba el saco, le servía de sparring. Tenía a todo el equipo de grabación de audio conmigo y almacenamos todos estos sonidos, golpes y ritmos [asociados con] el entrenamiento de boxeo. Luego trasladé todos estos elementos a mi estudio y los convertí en componentes musicales que después introduje en la banda sonora. Es algo que me gusta hacer en todos los proyectos, crear un paisaje sonoro personalizado.

 

Para Pantera negra, viajé a África para aprender y estudiar la cultura y la música africanas, adentrarme realmente en su cultura. Tenía que ser capaz de componer música acorde a la visión del director. Fue una experiencia que me cambió la vida. Pasé la mayor parte del tiempo en Senegal, viajando en compañía de músicos increíbles. Fui con Baaba Maal de gira por el norte de Senegal; allí conocí a instrumentistas fascinantes. Grabamos el tambor parlante, que es uno de los instrumentos más antiguos —uno de los teléfonos más antiguos, un medio de comunicación— y se convirtió en uno de los temas de Pantera negra. Así pues, cada vez que T'Challa aparece en la película, se oye el tambor parlante diciendo «soy yo».

 

 

¿Cómo diría que encajan sus dos trayectorias profesionales, es decir, la producción musical y la composición para el cine?

 

Creo que tengo que hacer las dos cosas para avanzar de verdad. Componer para el cine es uno de los trabajos más solitarios que existen. Cierras la puerta del estudio, te sientas y pasas horas a solas en un cuarto oscuro. Y te vuelves loco. Se te va la pinza.

 

Escribir y producir música para artistas es algo realmente único, especialmente cuando trabajo con artistas procedentes de un entorno completamente diferente al mío. Cuando la música no surge de forma natural, trato de meterme en su cabeza. Trabajamos juntos y componemos juntos. Es algo que me hace seguir aprendiendo, que me enseña nuevas músicas y me aporta un montón de ideas nuevas. Es una forma fantástica de entender más música y de convertirme en mejor músico.

 

 

¿Qué papel desempeñan los viajes en su vida?

 

Viajar es una parte fundamental de mi vida. Me mantiene inspirado, me traslada a nuevos lugares, me presenta nuevos sonidos y me permite explorar nuevos entornos y paisajes sonoros. En cada parte del mundo hay algo por descubrir; siempre hay música nueva, sonidos por crear. También me gusta la incertidumbre de viajar. Aventurarme en una nueva parte del mundo, un nuevo país, donde no tengo ni idea de lo que me voy a encontrar. Escuchar algo cuando uno menos se lo espera puede cambiar por completo la forma de ver y escuchar.

 

 

Ha mencionado que viaja mucho en busca de nuevos sonidos e inspiración. Cuando se desplaza en su jornada habitual o cuando viaja por trabajo, ¿cómo consigue hallar paz interior en entornos ruidosos? ¿Cómo encuentra la calma en medio del ruido?

 

Me gusta la sensación de estar solo, rodeado por el caos. Me gusta poder aislarme de todo lo que me rodea y disfruto de encerrarme en mi cabeza. Hay algo inspirador y gratificante en viajar y caminar por lugares estresantes y ser capaz de hallar la calma en su seno.

 

 

¿De qué experiencias se nutre su inspiración?

 

Como artista, creo que uno siempre busca esos momentos en los que se detiene el tiempo; en los que simplemente flota; en los que está creando y no tiene ni idea de qué hora es, ni de dónde está ni con quién; es ese momento que transporta a una especie de nirvana. Creo que ese es un sentimiento que siempre trato de alcanzar, algo que me impulsa a seguir adelante, porque ese sentimiento me mantiene inspirado.

 

 

¿Influye el diseño en su percepción tanto de la música como de los viajes?

 

Me encanta usar auriculares que parece que forman parte del cuerpo y eso es lo que me ofrece Bang & Olufsen, me hace sentir que los auriculares son una extensión de mis oídos. Cuando me los pongo, es como si estuvieran hechos especialmente para mí. Están diseñados de forma que resultan realmente cómodos y sencillos de usar. Me permiten descubrir cosas nuevas dentro de un producto.

 

Lo mismo ocurre con RIMOWA. Me gusta mucho la sutileza y la sencillez del diseño. Prefiero que los productos me hagan la vida más fácil, más sencilla, especialmente en el entorno en el que vivimos actualmente. RIMOWA me facilita la vida, alegra los viajes y siento que llevo parte de mi hogar conmigo por el mundo, parte de lo que soy.

 

 

¿Se rodea de personas que le sirvan de referencia?

 

Tengo la suerte de trabajar con colaboradores increíbles, que nunca dejan de sorprenderme e inspirarme. Especialmente Ryan Coogler y Donald Glover me mantienen siempre en vilo y me inspiran. Nunca se sabe qué dirección van a seguir, ni qué saldrá de ello. Sé que va a ser fabuloso, pero nunca sé cómo lo van a hacer. El viaje es lo que le da emoción.

 

 

¿Se guía por el instinto y la intuición, o hay un método dentro de la locura?

 

Normalmente, el camino más inesperado es el que conduce a los momentos más inspiradores. Puede ser que horas de experimentos fallidos te atrapen en una espiral negativa, pero sigues adelante porque una voz interior te dice que continúes. Creo que, cuando estás realmente centrado y sigues adelante aunque no siempre parezca que vayas por buen camino, o incluso que estás completamente perdido, si analizas las cosas con perspectiva, te despejas, sales a dar una vuelta o te tomas un pequeño descanso, a la vuelta escuchas las cosas de forma radicalmente diferente. Entonces te das cuenta de que ese camino que pensabas que era erróneo es, en realidad, lo que has estado tratando de hacer desde el principio.

 

 

Háblenos de su formación y su trayectoria previa. ¿Cursó estudios oficiales o encontró su camino de otra manera?

 

Mi formación musical se centró en la improvisación, en aprender en qué consiste esta forma de arte y entender diferentes maneras de improvisar. Esa capacidad es algo que valoro y aplico cada día en mi proceso creativo. Me gusta la idea de utilizar la improvisación a diario y de plantear diferentes rutas para encontrar mis objetivos, distintos caminos para dar con la inspiración. Me gusta mucho improvisar con otros músicos y estar presente en el momento. Cada día, todo lo que me rodea puede afectar a mi forma de improvisar. Mi sueño es dejarme inspirar siempre por el entorno. Sentir que me desarrollo y evoluciono como músico y como persona. Y no dejar nunca de aprender. No quiero estancarme. No quiero dejar de crear.

 

 

¿Qué le hace seguir adelante?

 

Cuando trabajo en una película o un disco, me motiva tratar de crear algo que no sabía que era capaz de conseguir, dar con nuevas formas de componer de un modo que no haya aplicado antes.

 

 

¿Hay algo que no haya hecho aún y le haga ilusión?

 

Me encanta grabar sonidos orgánicos y manipular esos sonidos para convertirlos en algo que no haya oído antes. Creo que es interesante tomar ruidos familiares y convertirlos en algo nuevo e inesperado. Me gusta la nostalgia que conlleva.