VI - VIAJE AL CORAZÓN DE LA CASA MANITOGA, UNA OBRA MAESTRA ENTRE NATURALEZA Y MODERNISMO
Desde su fundación en 1898, la innovación ha sido una parte esencial del ADN de RIMOWA.
Más allá de sus creaciones, la firma alemana ha conmemorado de forma constante logros visionarios en numerosos ámbitos, entre los que destaca la arquitectura.
Esto ha llevado a RIMOWA a emprender un viaje por todo el mundo con el fin de explorar joyas arquitectónicas que han pasado a ser legado. En esta ocasión, la firma nos transporta hasta los bosques de Garrison, en el estado de Nueva York, para conocer la modernista casa Manitoga.
Creada por el diseñador industrial estadounidense Russel Wright en la década de 1940, Manitoga encarna a la perfección el concepto que su nombre designa en lengua algonquina, es decir, «lugar de gran espíritu». En sí, este edificio refleja el principio que Wright defendía: crear espacios en los que arquitectura y naturaleza se fusionan con el fin de fomentar una conexión espiritual.
Este principio, implícito en el nombre de la casa y plasmado en su diseño, resultó extraordinariamente innovador en su época. En la actualidad, la visionaria casa Manitoga de Wright sigue siendo venerada como un testimonio vivo de su profundo respeto por la tierra y su sentido de responsabilidad social al fusionar arquitectura y naturaleza ―un fenómeno que ha cobrado mayor relevancia con el paso del tiempo.
Esta convicción, junto con la meticulosa atención al detalle de Wright, quedan patentes en todos los aspectos de Manitoga. Construida entre 1949 y 1961, la casa, enclavada en una cornisa rocosa, se integra perfectamente en el bosque de más de 30 hectáreas que la rodea, de ahí su segundo nombre, «Dragon Rock». Su visión integradora se ve acentuada por el uso de materiales naturales, como la piedra y la madera, procedentes del propio terreno.
Descubra la colección Distinct
Lo primero que llama la atención a quienes visitan Manitoga son sus grandes ventanales, que ofrecen unas vistas panorámicas del bosque, de una cascada de 9 metros y de una piscina de piedra artificial. En su interior, uno puede deambular de una estancia a otra con facilidad, ya que apenas hay separación entre ellas. Este aspecto diáfano hace que la visita sea fluida y que uno pueda disfrutar de la vivienda y del entorno natural que la rodea.
Fiel a sus principios, el propio Wright diseñó y creó cuidadosamente el paisaje exterior, incluida la disposición de plantas, senderos y jardines. A lo largo de los años, la casa Manitoga ha engrandecido el renombre de Wright en el ámbito de la arquitectura y del diseño. En 2006, la casa fue merecidamente declarada Monumento Histórico Nacional, lo que permite a los visitantes seguir experimentando la magistral interacción creada por Wright.
Casa y estudio Dragon Rock en Manitoga.
Fotógrafo: Naho Kubota
I- ADÉNTRESE EN EL CORAZÓN DE LA EMBLEMÁTICA HAUS KEMPER
II- VIAJE AL CORAZÓN DE LA HEXENHAUS, LA JOYA OCULTA DE LA ARQUITECTURA ALEMANA
III- VIAJE AL CORAZÓN DE LA VILLA VOLMAN
IV - VIAJE AL CORAZÓN DE LA VIVIENDA DE JOZEF SCHELLEKENS - UN «TOUR DE FORCE» MODERNISTA
V - VIAJE AL CORAZÓN METABOLISTA DE LA CASA CÁPSULA K DE KISHO KUROKAWA
VI - EN EL INTERIOR DE MANITOGA HOUSE, UNA OBRA MAESTRA ENTRE NATURALEZA Y MODERNISMO
