XI - El estilo armonioso de la High Sunderland, la «Casa Transparente»

RIMOWA continúa su serie sobre los grandes iconos del diseño arquitectónico.

Ubicada al final de un camino flanqueado por abedules, en lo más profundo de la región de Scottish Borders, la High Sunderland es una casa que se mimetiza con su entorno. Diseñada en 1957 por el arquitecto modernista británico Peter Womersley para el diseñador textil Bernat Klein y su familia, su nombre resulta algo engañoso. En realidad, se trata de una estructura baja, alargada y casi completamente transparente.

Descubra la colección Original

Apodada la «Casa Transparente», sus enormes ventanales de vidrio abren cada estancia al paisaje boscoso que la rodea. Construida en una época en la que el optimismo de mediados del siglo XX modelaba tanto la arquitectura como la cultura, la casa refleja una visión que da prioridad a la claridad, la apertura y la integración de la construcción con el entorno natural.

El interior fue concebido tanto para la vida familiar como para la producción creativa: una planta abierta, flexible y repleta de detalles cuidadosamente pensados. Espacios comunes en un nivel inferior, ventanas a ras de suelo y líneas de visión ininterrumpidas creaban una sensación de fluidez y calma. Los propios tejidos de Klein adornaban las paredes mientras que sus colecciones de cerámica se disponían en forma de bodegones.

La High Sunderland encarna asimismo la idea del «gesamtkunstwerk» u «obra de arte total»: una casa donde la arquitectura, el mobiliario, los materiales y la atmósfera forman un todo unificado. Incluso la cubertería fue específicamente elegida. El efecto creado no resultaba excesivo, sino que reflejaba precisión y contención, de manera que cada elemento contaba con su lugar y su propósito.

Descubra la colección Distinct

Tras un incendio ocurrido no hace mucho, la casa fue restaurada por el estudio escocés Loader Monteith, que recuperó su visión original y modernizó su infraestructura. Lo que sigue impactando no es solo su estética, sino la coherencia profunda entre forma y función: un hogar concebido para perdurar y para acoger la vida en su interior.

Como escribió Klein: «El buen diseño defiende la dignidad… diseñar es cuidar». Este tipo de edificios siguen siendo una fuente de inspiración para RIMOWA, donde los productos se crean con una conexión emocional: compañeros de viaje que evolucionan con sus dueños, moldeados por el tiempo y la memoria. El diseño es una responsabilidad compartida: creado con cuidado y preservado con el mismo compromiso.

Fotógrafo: Simon Menges

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